El conjunto de mantenimientos previamente programados se conoce como mantenimiento preventivo. A diferencia del mantenimiento correctivo, el mantenimiento preventivo no espera a que aparezcan los problemas para corregirlos; al contrario, revisa periódicamente todas las operaciones y espacios de la empresa, tratando de identificar y prevenir su aparición. Esta sigue siendo la mejor manera de prevenir fallos en la estructura y el equipamiento del inmueble y, en consecuencia, minimizar los costes con imprevistos.

 

Desde hace tiempo, la prevención ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad para los liquidadores, por lo que hemos enumerado cinco importantes consejos para realizar un mantenimiento preventivo de calidad.

 

Compruébalos:

 

 

 

1) ESTABLECER UN CALENDARIO DE ACTUACIÓN

Como se ha mencionado anteriormente, el objetivo del mantenimiento preventivo es evitar que se produzcan problemas, es decir, el gestor debe tomar precauciones rutinarias aunque parezcan innecesarias o una pérdida de tiempo.

 

El responsable debe definir la frecuencia de las revisiones y, al primer signo de disfunción, tomar medidas correctivas. Es como estar pendiente de la previsión meteorológica y, gracias al aviso de cielo nublado, salir de casa con un paraguas en el bolso para no mojarse en caso de que haya tormenta durante el día.

 

 

 

2) TENER A MANO EL MANUAL DE DESARROLLO

El manual de la empresa presenta detalles meticulosos en relación con la construcción de la empresa y recomendaciones para mantener la estructura, la maquinaria y el equipo en buen estado. A través de ella, es posible analizar todos los recursos existentes, para conocerlos bien y llevar a cabo acciones adecuadas a cada uno.

 

Este documento es elaborado y entregado por la empresa constructora y será de gran ayuda para los técnicos contratados para operar los servicios del edificio y para los futuros nuevos gestores.

 

 

 

3) VIGILAR EL EQUIPO

Portones, intercomunicadores, ascensores, CCTV (circuito cerrado de televisión), bombas, entre otros que varían de acuerdo con cada condominio, son esenciales para la seguridad y la practicidad del día a día de quienes viven, trabajan o visitan el espacio.

 

El cambio provocado por algún mal funcionamiento o incluso la rotura, puede generar un alto coste, por lo que el mantenimiento preventivo debe realizarse regularmente para evitar estos trastornos y gastos.

 

Tras la inspección, la empresa contratada debe emitir un informe que acredite la seguridad y funcionalidad de los equipos inspeccionados, principalmente ascensores, portales y bombas, mecanismos utilizados por todos los condóminos, todos los días, innumerables veces.

 

 

 

4) ASEGURARSE DE LA CALIDAD DE LA ESTRUCTURA Y LAS INSTALACIONES

En la estructura de un edificio hay recursos pensados e instalados para durar muchos años, y cualquier fallo puede causar un gran dolor de cabeza en todos los residentes del lugar. Las instalaciones eléctricas, la fontanería y la red de gas son las partes vitales que hay que cuidar.

 

La parte eléctrica sólo suele presentar problemas si es muy antigua, sin embargo, aún puede verse afectada por varias otras variables. Por lo tanto, las inspecciones deben realizarse en puntos clave, con el fin de identificar los puntos de contacto defectuosos, los cables desgastados y las partes expuestas que puedan causar algún cortocircuito.

 

En cuanto a la parte hidráulica, es fundamental mantener el depósito de agua limpio y tapado, libre de posibles contaminaciones. Desde las tuberías, parece difícil evitar los atascos, teniendo en cuenta que el liquidador no tiene control sobre los hábitos de los residentes, por lo que es una buena idea animarles a no tirar residuos, aceite y papel por el desagüe.

 

Por último, la red de gas, donde el peor problema sería una fuga en las tuberías, amenazando el bienestar y la vida de los residentes.

Los controles preventivos realizados por un equipo preparado también son esenciales.

 

 

 

5) MANTENER ACTUALIZADOS LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD Y LAS REDES

La parte tecnológica del condominio es igualmente importante si se compara con los temas anteriores. Se ocupa de la telefonía, Internet, los cuadros eléctricos, los pararrayos, las alertas de seguridad y la lucha contra los incendios, entre otros recursos vitales y que necesitan estar funcionando las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

 

Por lo tanto, una opción es contratar a técnicos en TI (Tecnología de la Información) y áreas afines o ponerse en contacto con las empresas que prestan servicios al condominio. Lo interesante es que algunos trabajos pueden realizarse a distancia, sin necesidad de que los técnicos se desplacen al lugar, ahorrando el tiempo de las personas implicadas.

 

 

 

 

Según los especialistas, el mantenimiento preventivo realizado a tiempo puede costar cinco veces menos en comparación con el mantenimiento correctivo (realizado sólo para reparar situaciones puntuales), por no hablar de los innumerables dolores de cabeza que se evitarán los residentes y el superintendente del edificio.

 

 

 

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